miércoles, 13 de abril de 2011

De la entrevista a iturriaga...

o crío una mosca
de alas de oro,
yo crío una mosca
de ojos encendidos.

Trae la muerte
en sus ojos de fuego,
trae la muerte
en sus cabellos de oro,
en sus alas hermosas.

En una botella verde
yo la crío;
nadie sabe
si bebe,
nadie sabe
si come.

Vaga en las noches
como una estrella,
hiere mortalmente
con su resplandor rojo,
con sus ojos de fuego.

En sus ojos de fuego
lleva el amor,
fulgura en la noche
su sangre,
el amor que en el corazón.

Nocturno insecto,
mosca portadora de la muerte,
en una botella verde
yo la crío,
amándola tanto.

Pero, ¡eso sí!
Nadie lo sabe
si le doy de beber,
si le doy de comer.

Poesía Quechua